Grupo de Ética y Bioética

Grupo de Ética y Bioética

jueves, 25 de octubre de 2012

ÉTICA DEL CUIDADO

Taller de Ética del Cuidado


Presentación Ética del Cuidado



                          ANÁLISIS DEL CASO CLÍNICO


                                              

PRESENTACIÓN DEL CASO
Ud. Es enfermera (o) del servicio de Cirugía Adultos, a cargo de la atención de:

ANTECEDENTES:
  • Nombre: José P. M.
  • Edad: 58 años
  • Antecedentes sociales: Casado, tiene tres hijos, dos de los cuales están casados, el menor vive con ellos.
  •  Antecedentes relevantes de salud: Hipertenso hace 5 años en tratamiento, fumador de dos cajetillas diarias desde los 17 años hasta hace 1 año atrás. Se le detectó cáncer pulmonar del cual fue operado y tratado con quimioterapia y radioterapia, terminó el tratamiento hace 4 meses.
  • Antecedentes de salud actuales: ingresa al servicio hace tres días producto de una hemoptisis. Durante la valoración de enfermería al ingreso el paciente le cuenta que está agotado de los tratamientos y desea que lo dejen tranquilo.
  • La señora e hijos de don José se encuentran sumamente angustiados por la situación de salud y desean estar con él constantemente.
  • De acuerdo a los exámenes tiene múltiples metástasis.

VALORACION DE ENFERMERÍA:
  • Se encuentra soporoso, hipotenso, taquicárdico, muy disneico y bradipneico. Diuresis por CUP 250 cc. En 24 horas.
  • Durante el examen médico le solicitan a Ud. Que le tome los siguientes exámenes: gases arteriales, Hemograma, ELP, Uremia y Creatinemia. 

ANÁLISIS GRUPAL:

La complejidad de la medicina moderna hace que el proceso de toma de decisiones clínicas no siempre sea fácil. Es así como profesionales de Enfermería, en lo relacionado con la atención a las personas, además de las dudas netamente técnica, en ocasiones surgen dilemas éticos, que dificultan la toma de decisiones clínicas.

Un problema ético-clínico puede ser definido como una dificultad en la toma de decisiones frente a su paciente, en cuya resolución es necesario referirse a valores o principios que especifiquen lo que DEBE ser hecho en oposición a lo que simplemente puede ser hecho o frecuentemente se hace. A pesar de sus limitaciones, esta definición tiene el mérito de explicitar que un profesional de la salud se ve enfrentado a un desafío ético cuando en su práctica clínica se plantea la pregunta por el deber ser, en contraposición al simple poder hacer.

El caso clínico que nos correspondió analizar, nos lleva a reflexionar sobre cuáles son las acciones más idóneas que se deben llevar a cabo cuando nos enfrentamos a un paciente que está en un estado terminal de una enfermedad, cuya etapa,  además de resultar sumamente dolorosa para el paciente, implica un desgaste emocional tanto para la persona enferma así como también para su familia.

El principal dilema ético al que nos enfrentamos en éste caso es el que, por un lado existe el paciente que verbaliza su deseo de que “lo dejen tranquilo”, pero por otro está el hecho de que el médico indica la toma de exámenes que implican una importante cuota de dolor adicional para la persona.   

Cómo profesionales de Enfermería está dentro de nuestras funciones el gestionar la posibilidad de que estos exámenes no se realicen teniendo en cuenta el estado físico y emocional de la persona atendida y así como también los parámetros que presenta, los cuales indican que lamentablemente fallecerá dentro de un corto plazo. Es importante escuchar y dar la contención adecuada al paciente, valorar cuáles son sus sentimientos y su postura frente a la muerte indagando en cuáles son sus necesidades, principalmente espirituales, con el fin de evaluar la viabilidad para satisfacerlas, como por ejemplo la presencia de un sacerdote o pastor, de acuerdo a la religión de la persona.

Otra dimensión importante, además, es el hecho de que su familia se encuentra tremendamente angustiada frente a ésta situación, por lo que también es necesario valorar adecuadamente cómo se siente cada miembro de la familia frente a ésta pérdida inminente y aconsejar no expresar estos sentimientos de angustia frente al paciente, ya que esto puede alterar su estado de ánimo y el fin último de todas las intervenciones destinadas a otorgar la mayor tranquilidad posible a una persona que está a punto de morir.

De este caso nos damos cuenta que es importante incorporar los constructos éticos, no sólo en el quehacer profesional sino también en la vida cotidiana, ya que éstos implican realizar  un análisis más profundo respecto de las situaciones difíciles que se nos presentan en nuestro diario vivir, y por lo tanto, nos llevarán a decidir responsablemente las acciones e intervenciones  pertinentes según sea el caso, siempre con un enfoque Holístico que favorezca el bienestar de nuestros pacientes.

REFLEXIONES PERSONALES

Cecilia Astudillo:
Hoy en día con los avances de la medicina la mantención de la vida ha sido considerado como lo más importante, sin importar las decisiones u opiniones de quien realmente están implicados. Por esta razón, como profesionales de enfermería surgen dilemas éticos.
Una de las tomas de decisiones más difíciles es decidir en lo que se debe hacer y lo que se puede hacer. Por eso, es de suma importancia en cuidar manejar los 5 constructos éticos.
El trabajo fue enriquecedor para mi formación profesional, debido a que vamos a estar constantemente expuestos a situaciones similares al caso analizado. Es por eso, que la ética debe estar presente siempre en nuestro actuar, tanto personal como profesional.


Linsey Jimenez:
Al ser profesionales de Enfermería, nuestro objetivo principal es devolver a nuestros pacientes  un estado saludable, tanto físico como psicológico, pero ¿Qué pasa cuando este objetivo ya no es posible de cumplir? Eso lo que ocurre en el caso analizado  que nos lleva a razonar sobre cuál es la mejor forma de actuar cuando ya  no es viable restablecer el estado pleno de salud del paciente  debido a que éste fallecerá dentro de un corto plazo. Como futura Enfermera debo estar preparada para éste tipo de situaciones en el que la voluntad del paciente debe primar por sobre las decisiones médicas y tratamientos estandarizados para una enfermedad en particular, ya que éstos no conducirán a un desenlace favorable para él, sino que debemos ser flexibles en cuanto a los requerimientos que la persona pueda tener en este momento tan complicado no sólo para la persona  sino también para la familia que lo apoya. Es por lo tanto de vital importancia poseer una base teórica que fundamente la toma de decisiones como profesional capacitado para brindar una atención de calidad, oportuna y eficiente, con un enfoque que vaya más allá de lo estrictamente médico y curativo, en donde me identifique con el dolor de la persona que está a punto de fallecer y a partir de ésto, llevar a cabo las acciones e intervenciones más oportunas para asegurar el máximo bienestar de mi paciente hasta el momento de su muerte.
 

Carolina Mancilla:
Realizar este taller de ética del cuidado me pareció bastante interesante, puesto que de esta manera se facilitó el proceso de aprendizaje y la comprensión de la aplicación de los constructos éticos. No solo el hecho de discutir como grupo el caso asignado, sino que también la retroalimentación que se produce en las plenarias con las acotaciones de las profesoras y los aportes de nuestros compañeros.
Pienso que los contenidos de esta cátedra y el desarrollo de esta actividad son de vital importancia para nuestra formación profesional y para nuestro diario vivir.
La Enfermera, al igual que el resto del equipo de salud, debe estar totalmente empoderada de estos conceptos tan importantes para brindar cuidados de calidad y personalizados a las personas usuarias de los sistemas de salud.
El desarrollo y el buen afrontamiento de estos dilemas éticos dependen en parte, del propio manejo de estas capacidades.


Sonia Parraguez:
La situación planteada es bastante interesante desde el punto de vista ético y considero que su relevancia en las asignaturas de pregrado en las carreras de salud es fundamental. Muchas veces las mallas curriculares sólo se enfocan en la atención desde el punto de vista médico y no desarrolla o potencia la aptitud de características más sicosociales y enfrentamiento de problemas. La diferencia que se establece entre el paso de estudiante a profesional, en este caso de enfermería es bastante fuerte e impactante, ya que no solo se aplica la teoría, si no que se deben desarrollar habilidades comunicacionales y sicosociales. El platear estos casos nos da las herramientas para poder actuaren situaciones determinadas y complejas, basándonos en nuestro rol, el cuidar.
El caso de Don José es bastante frecuente en los servicios hospitalarios, durante mi estadía como alumna en el hospital de Quilpué viví una situación similar, por lo que logre comprender de forma inmediata que esta persona estaba moribundo, ya que, tenia características propias como sopor, hipotensión, taquicardia y alteraciones del patrón respiratorio, por lo tanto hay que preocuparse de él, de mantener su comodidad, permitir que este acompañado en los últimos minutos, mantener la privacidad y estar disponible para sus requerimientos y los de la familia.
Su esposa requiere de bastante apoyo, ya que, es una mujer joven que pierde al pilar de la casa, por otro lado han sobrellevado durante mucho tiempo esta situación por lo que ya se encuentran agotados. La familia y Don José se encuentran en la fase final del duelo que es la aceptación, por lo tanto la enfermera debe identificarse con esta situación aplicando cada constructo ético en su arte de cuidar, ya que a esta persona no es posible curarla, pero si cuidarla. La compasión por parte del profesional implica también adaptarse al contexto, saber el cómo y porqué de sus reacciones y opciones, la confidencialidad es bastante importante en el caso, ya que es una etapa que requiere tranquilidad y la mayor discreción posible, con respecto a la conciencia es darse cuenta desde punto de vista global la situación, la competencia debe estar  establecida en el profesional, ya que es la base del cuidar y por último la confianza es lo que requieren ambos, el profesional y la familia, para poder valorar de mejor forma la situación  e intervenir de forma oportuna.
 
 

Paulina Pizarro:
 

Como futuras profesionales de Enfermería debemos considerar, al momento de ponernos en contacto con una persona, que ésta es un ser humano, un ente complejo y debemos considerar que cada persona posee su propio ser, su propio mundo interior, que lo hace único en el mundo. Se debe valorar a cada quien según su situación específica, ponerse en lugar del otro y sentir el problema como propio.
Luego de analizar nuestro caso en relación a los constructos éticos del cuidar, logré destacar la importancia que tiene cada constructo en guiar actos competentes profesionalmente y atingentes respecto a los futuros casos de dilemas éticos que se nos presenten en un futuro próximo y la manera en éstos se relacionan entre sí.
Como enseñanza, luego de escuchar todos los casos de las plenarias de dilemas éticos, destaco el valor de la realización de este tipo de instancias en que se discuten temas que no están ajenos a nuestra profesión, ya que en este contexto uno se da cuenta de la importancia de conocer y aplicar estos constructos éticos.
Conociendo cada uno de estos constructos me permitirán, como futura profesional, analizar profundamente las situaciones difíciles que se nos presentan en nuestro diario vivir para decidir responsablemente las acciones e intervenciones pertinentes según sea el caso, procurando siempre el bienestar de los pacientes.


Natalia Zambrano:
 
La ética del cuidado es una de las piezas fundamentales que debemos internalizar y practicar en nuestro futuro trabajo como profesionales enfermero/as. Desde mi perspectiva, puedo decir que esta internalización es una de las cosas más difíciles que tenemos como seres humanos, pensantes, en un mundo de constante cambio y que en definitiva se encuentra en una etapa de desinterés  total por lo que le pasa al otro.
El hecho de que una persona no quiera seguir con su tratamiento, es una situación que requiere de un análisis exhaustivo. Primero debemos ver que enfermedad es la que tiene la persona y en qué etapa de desarrollo de la misma está, el estado físico y mental de la persona, la etapa de duelo por la que está pasando y también, cómo se encuentra la familia, si existe apoyo de parte de ella, si están preocupados, etc. Después debemos tomar decisiones, las cuales no siempre son las mejores, transgrediendo física, mental y espiritualmente al paciente y de paso a su familia, porque sufrirán al ver a su ser querido sufriendo.
Realizar técnicas de Enfermería para brindar los cuidados necesarios desde el punto de vista clínico de los pacientes, es una tarea fácil de realizar, ya que nos basamos en la teoría ya estudiada, pero ¿qué es lo que sucede cuándo nos enfrentamos a situaciones que se salen de la normalidad a la que estamos acostumbrados/as?. El caso analizado anteriormente por mi grupo (persona con cáncer terminal que no quiere seguir con el tratamiento), es una de las posibles situaciones que podríamos presenciar cuando seamos Enfermeros, por lo tanto, será nuestra forma de pensar, de ver a la persona y su familia con un enfoque biopsicosocial, el que nos permita entregar nuestro cuidado  de calidad, es decir, entregar nuestro más preciado arte… “El arte de cuidar”.


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